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Perú - Chile : relaciones peligrosas VI


La realidad según el medio

Como en cualquier país los medios de comunicación cumplen un importante rol en los temas que deben ser tratados en la agenda nacional. Y cuando ocurre algún altercado con nuestros vecinos del sur, rápidamente el periodismo se nutre del suceso y pueden pretender convertirlo en el problema nacional más importante, olvidándose de otros sucesos de igual o mayor interés.

En algunos medios el utilizar a Chile para vender más es común. Uno de los diarios que se ha mostrado siempre en una postura radical contra los chilenos es “La Razón”. Este diario se caracteriza por exacerbar los ánimos entre ambos países. Para ello siempre saca artículos dando motivos por los cuales, los chilenos podrían querer atacarnos.
Otros medios, tratan los temas relacionados a Chile con mayor cautela. Cierto es que le dan bastante espacio a las agresiones sufridas por peruanos en manos de chilenos, y que toman el tema por mucho tiempo. Sin embargo, en general se muestren más atraídos hacía su modelo económico.

Por otro lado tenemos la posición de los políticos, que sin ser periodistas o comunicadores siempre son parte de la noticia. Una gran mayoría de nuestra clase política, no siente una aversión hacía Chile. Todo lo contrario, están dispuestos a imitar lo positivo de los chilenos, esencialmente su modelo económico, estilo de negociaciones, y posiciones. Es más durante mucho tiempo la casa de Pizarro ha tenido un gran acercamiento a La Moneda.


Otros políticos por el contrario tratan de aumentar los problemas con Chile, sin un propósito claro. La noción de nación se crea generalmente a partir de un enemigo. Para ellos, ser peruanos significa tener resentimientos contra Chile. Apelando a la emotividad del ciudadano, convierten a Chile en un país que nos quiere quitar el gas, que invade nuestros mercados, que se roba nuestros productos o que no respeta nuestras fronteras. Para algunos más alarmistas, dentro de poco Chile vendrá hacía nuestro país para obtener fuentes de agua.

¿En qué medida deben los ciudadanos creer lo dicho por los medios? Pues no es posible que culpemos a Chile de nuestros problemas, ni que pensemos a cada rato en chilenos. Si Chile sacó el Pisco primero, fue porque se pusieron las pilas. ¿Debemos entonces solo pensar en nosotros y olvidarnos que existe Chile? ¿Abrirles las puertas de nuestros mercados? O quizá simplemente, ¿buscar más motivos para hacerle la guerra?

Los medios de comunicación tienen una gran responsabilidad en la respuesta a estas preguntas. Lo más apropiado sería tratar a Chile como a cualquier otro país vecino. Abrirles las mismas oportunidades en el mercado, pero sin olvidar la historia, y cuales fueron nuestros errores. No podemos cerrar nuestro mercado al capital chileno o declararles la guerra porque le hayan vendido armas a Ecuador, o porque maltraten a los peruanos en Chile. Es innecesario generalizar y pensar que todos los chilenos nos odian. Así como en Chile hay xenofobia, en el Perú también la hay.
No obstante, en general el peruano no tiene un sentimiento adverso hacia los chilenos todos los días. Sólo cuando el tema Chile aparece en los medios de comunicación, los ánimos de la población se alteran. Aparece el fantasma de la humillación, de la derrota y aunque parezca ridículo revive cada vez que hay un partido de fútbol o se recuerda el pisco. Son algunos los medios de comunicación que utilizan nuestras diferencias con nuestros vecinos para agrandar los problemas. Sin embargo, un país que sólo se dedica a observar los movimientos de otros, jamás se dará cuenta de su propia realidad y vivirá eternamente en la sombra, sin posibilidades de ningún tipo de crecimiento
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Comentarios

Portaliano dijo…
Angela,

Buen análisis.
Soy chileno y quiero aportar con la visión o perspectiva de alguien que ve la situación que ud. plantea desde el otro lado … desde el “país del sur”.
Es un hecho que la fuente primaria del anti-chilenismo que impera en parte del Perú tiene su origen en la educación, particularmente en la visión histórica que se imparte respecto a la Guerra del Pacífico, que resulta ser diametralmente opuesta a la enseñada en Chile, lo que quedo totalmente en evidencia con la exhibición de la mini serie chilena “Epopeya”. Tengo la impresión que la enseñanza que se hace de la guerra en su país se centra en una victimización de los peruanos y una demonización de los chilenos.

A lo anterior cabe agregar la labor de cierta prensa que al parecer efectúa un buen negocio explotando continuamente las rivalidades y miedos dejados tras la confrontación bélica entre nuestros países. El caso particular del diario La Razón para mí resulta realmente sorprendente e increíble. He revisado los archivos de su edición electrónica y es impresionante la cantidad de portadas que dedica a Chile, si prácticamente no hay un mes en que no le hayan dedicado al menos 3 ó 4. En cuanto a los titulares van desde lo ridículo a lo paranoico, y respecto a los editoriales de su director y los artículos de algunos de sus columnistas ni hablar… antichilenismo y paranoia pura. Dentro de sus titulares clásicos están los que denuncian las supuestas intenciones y planes de guerra… si estuvieran en lo correcto ya habríamos invadido unas 3 ó 4 veces a Perú y Bolivia.
Si bien a la distancia me parece graciosa este tipo de prensa, que por acá no se ve, me parece que en su país no debe serlo ya que si bien deben haber muchas personas con un adecuado grado de instrucción y acceso a la información que desechan inmediatamente las alarmistas noticias que pregona indiscriminadamente la prensa antichilena, también debe haber otro sector de la población, menos favorecida, que resulta muy permeable a dicha información y que les debe dar mucho crédito, sobre todo si ya viene educada desde su infancia con el cuco del “roto expansionista y codicioso”.

Definitivamente creo que es tipo de prensa no ayuda en lo absoluto a superar los traumas que arrastra la sociedad peruana, ya que lejos de olvidarlos o superarlos se los están recordando día a día.

En cuanto a los políticos también explotan la veta del antichilenismo ya que si bien no les reporta réditos económicos como a la prensa si obtienen dividendos políticos, y como ud. debe saber, fomentar el miedo ante un enemigo externo es un antiguo y fácil mecanismo de control social y distracción. Si parte de la sociedad peruana olvidara los traumas dejados tras la Guerra del Pacífico, le aseguro que el nivel de su política sería mucho mejor y elevado, ya que ud. muy bien concluye “jamás se dará cuenta de su propia realidad y vivirá eternamente en la sombra”.

Desde el vecino “país del sur” le envió cordiales saludos.
Concuerdo que hay un problema en la enseñanza respecto a la guerra con Chile en la mayoría de centros educativos del Perú. Pero si bien, la historia que se puede enseñar en mi país es de un derrotado por un ejército que saqueó la capital, en el sur se enseña bajo la óptica del país vencedor y también se ponen en visión de víctima de la unión de las fuerzas bolivianas y peruanas. (Por cierto, tengo algunas discrepancias sobre Epopeya, y las personas escogidas para los testimonio en el caso de Perú, pero ese es otro asunto) Y obviamente, no es fácil pedir objetividad ni para el país vencido, ni para el vencedor. En tal sentido, considero que deben sentarse en la mesa tanto historiadores peruanos, chilenos como bolivianos (y si es posible buscar referentes de cómo se veía la guerra en el exterior), para crear una nueva forma de ver ese episodio en la historia que dejo una huella imborrable en las tres naciones en conflicto. Hubo un intento, que comento en este post http://politeiaetdemofarsa.blogspot.com/2005/06/per-chile-relaciones-peligrosas-ii.html, de plantear una nueva forma de ver la historia, pero me parece que falta Bolivia

Sobre la labor de la prensa, pues sí es bastante cuestionable en el caso de La Razón. Felizmente, el mencionado periódico no es uno de los más importantes del país, pero aún así, hay gente que lo lee y piensa que Chile nos va atacar en poco tiempo.

Para superar los traumas de la guerra, es necesario que los peruanos hagamos una autocrítica, pero Chile también debe ser conciente de sus acciones. Devolvernos libros es una buena acción, y sí se puede el Huáscar sería una excelente forma de demostrar que se quiere avanzar. No basta lo económico. Y cuando digo acciones, también me refiero a evitar “meter la pata”. ¿Cómo confiar en un país que nos hizo la guerra en el siglo XIX, y en el siglo XX siendo garante le vende armas a nuestro enemigo en pleno conflicto armado? Nos acusan de antichilenismo, pero tampoco exacerben los ánimos como conductas que sólo nos separan. Además, avanzar en el desminado, cumplir fielmente el Tratado de 1929, sobre el Hito de la Concordia, pueden ser algunas medidas.

Saludos desde el vecino país del norte
Angela
PD: También se debe hacer algo contra el antiperuanismo
Portaliano dijo…
Angela, hola nuevamente

También estimo que en Chile se enfoca la historia desde la óptica del país vencedor y por ello creo que el esfuerzo de historiadores chilenos y peruanos en orden a llegar a un conceso es un buen paso que va en la dirección correcta. Por lo anterior y sumándome a tal iniciativa es que publique en mi blog una entrada en la que transcribo la explicación de un historiador chileno sobre la causa de la guerra, que revela la participación e injerencia del Perú en el conflicto. Sé que tal postura no es la que impera en su país y que se podrá estar en desacuerdo con ella, pero me parece que tal como hicieron los historiadores, un primer paso sería conocer la visión y argumentos del otro para contar con más elementos de juicio, por lo que estimo será útil para peruanos y bolivianos tener acceso, aunque parcialmente, a un texto chileno sobre el tema. (Sería interesante que el trabajo que ud. señala estuviere publicado en internet para poder leerlo). Así es que desde ya la dejo invitada a visitar la entrada “Guerra del Pacífico. Perú, el verdadero instigador de la confrontación. Part I”, su dirección és: http://faroportales.blogspot.com/2007/10/guerra-del-pacfico-per-el-verdadero.html.

Estoy de acuerdo con la devolución de los libros pero no respecto al Huascar, por lo siguiente:

Si Chile no hubiese tomado la decisión de restaurarlo y convertirlo en museo hacen años que hubiera dejado de existir y sería sólo un recuerdo, por lo que el mérito y esfuerzo de que aún exista es de Chile, por lo que estimo se ha ganado el derecho de conservarlo. Por otra parte si no hubiera sido capturado, dudo que el Perú lo hubiera conservado hasta nuestros días y creo que hubiera seguido su destino natural, dado de baja y desmantelado.

Si bien en el Huascar murió el héroe peruano y chileno por adopción, Miguel Grau, debo mencionarle que también entrego en él su vida el máximo héroe de Chile, Arturo Prat, junto a otros de sus heroicos marineros, por lo que también tiene un significado muy especial para los chilenos y sobre todo para la armada.

Por último, yo vivo muy cerca de Talcahuano, donde esta emplazado el Huascar, por lo que gozo del privilegio de poder visitarlo cuando quiera y puedo decirle que es realmente impresionante y sobrecogedor pasearse por su cubierta y dependencias. Se que éste no es para nada un argumento válido y es hasta egoísta, pero a título personal, para mí seria realmente una pena que se lo llevaran y ya no poder visitarlo, pena que compartirían muchos chilenos.

Saludos desde el “país del sur”
Sólo por el nombre del texto que señala debo de admitir que no me agrada para nada el libro, pero lo cierto es que mientras no haya un sinceramiento de las tres partes involucradas no lograremos tener un “acercamiento” a la historia “real”, y eso implica la autocrítica de los tres países involucrados en la guerra. Hasta el momento, he leído varias versiones de la guerra, más peruanas y chilenas, y pocas bolivianas (no encuentro mucha bibliografía del altiplano) y más o menos tengo una idea sobre la responsabilidad del Perú (por el manejo de la economía), pero de allí a instigador, hay una gran diferencia. En todo caso las nacionalizaciones no son un pretexto para invadir otro país y apropiarse de territorios.

Insisto para iniciar una guerra, primero Perú debió armarse. Grau advirtió en el Perú una década antes del conflicto que en el sur se estaban armando y nosotros no adquiríamos material bélico suficiente para enfrentar una amenaza. Contar con Argentina para atacar? Pero si lo gauchos venían de sus problemas del Chaco. Tenían que recuperarse, por eso no aceptaron el pacto secreto de defensa.

Yo tampoco he encontrado en Internet el libro al que hago referencia. Sé que el libro físico está en una universidad de mi país, y me han dicho que se puede encontrar también en Santiago, jeje.

Sobre el Huascar, creo que Chile se quedó con el Huascar y lo restauró para tenerlo como trofeo de guerra, con un mensaje implícito hacia Perú. No sé que hubiera pasado con el monitor en el mi país, pero considerando el respeto hacia Grau, esperaría que se hubiera conservado. Vamos acá se rinde honores a un hueso del almirante, creo que el lugar donde fue volado en pedazos sería un museo. Además, guardamos otros vestigios de otras batallas navales como las de 2 mayo (contra España)... No están disparatado que a alguien se le ocurriera conservarlo en el Perú.

A modo personal, con todo respeto, el significado especial que puede inspirar en la armada chilena, no creo que se compare al que se siente por Grau en el Perú. Es nuestro héroe máximo. Y si tanto respeto le tienen a Grau, creo que coincidirían en que preferiría que su monitor estuviera en su país (me gustaría que estuviera en el norte, en su tierra natal), así como los restos de cierto chileno fueron devueltos a su viuda.

Usted tiene razón, tiene el privilegio de poder visitarlo. Algo que más de 28 millones de peruanos no pueden hacer. En mi caso, me gustaría verlo, pero sólo en el Perú. Si no, así viaje al Chile, no lo veré. El 90 por ciento de peruanos que viajan a Chile deben de haberlo visto, pero moi, no. No pienso rendir homenaje a un trofeo de guerra. (se desata mi chauvinismo patriotero, no lo puedo evitar, jaja)

Saludos desde el vecino país del norte,
Angela

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