Imagen de La Verdad del Espanto. Foto: @angeitamoza |
Con su polémico enfrentamiento con un líder de Movadef, el ministro del Interior, Daniel Urresti, ha vuelto a poner en el tapete uno de los temas que los peruanos más quieren olvidar: el terrorismo. En el siglo XXI, con varios años de crecimiento económico muchos parecen olvidar que durante las dos últimas del siglo XX el Perú se desangró en un conflicto con Sendero Luminoso (SL) y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
Ingenuamente muchos creyeron que tras la caída de la cúpula senderista, especialmente la captura de su cabecilla Abimael Guzmán, Sendero Luminoso había sido derrotado por completo. Y por supuesto,tras la retoma de la Residencia del embajador de Japón el MRTA se volvía historia.
Sin embargo, las cosas no son tan sencillas con un grupo sanguinario que se alimentó básicamente de la desigualdad, exclusión y pobreza, para conseguir seguidores en su intento de destruir el Estado. Si bien luego el terror que sembró alejó a muchos (su peor error), siempre he considerado que Sendero no habría germinado sin un terreno propicio que tuvo como abono un Estado indiferente.
Más allá de los remanentes de Sendero en el VRAEM, los peruanos deberíamos ser conscientes de que mientras creamos exclusivamente que el Perú es la marca Perú y nos olvidemos o mantengamos a las poblaciones vulnerables escondidas bajo la alfombra, el terrorismo es una amenaza real, perenne, ya sea bajo la bandera de la hoz y el martillo o un nuevo grupo.
Movadef, el llamado brazo político de Sendero, no ha muerto. Querer negarlo o tratar de mantenerlo al margen es peligroso. Cuando leo algunos comentarios en redes sociales que consideran que hablar de Movadef es resucitar a un cadáver me da miedo que realmente lo subestimemos. Una vez ya los llamaron abigeos, no cometamos el mismo error.
Y es por eso que necesitamos Yuyanapaq, pero si de casualidad un chibolo pulpín llega a este blog, y no sabes nada de Sendero Luminoso y no te quieres empapar de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, pero sí te preocupa el país, revisa el dossier de Caretas La Verdad sobre el Espanto, harto gráfico, mucho más duro que una película de Hollywood.
Y bueno si crees que quizá se exagera, lee Harry Potter y pregúntate si no estamos como el Ministerio de Magia tratando de negar lo innegable sobre el regreso de Voldemort.
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