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Perú: Servicio Militar Voluntario para los que no están obligados



Cuando los peruanos estaba entusiasmados con el partido Perú-Chile por las Eliminatorias (Clasificatorias para los optimistas) a Brasil 2014, apareció una noticia que ha despertado a los fantasmas del pasado; el temor a las famosas levadas.


En 1999 -  cuando la amenaza terrorista había decrecido considerablemente su capacidad de ataque y nuestra relación con nuestro vecino del norte, Ecuador, se había estabilizado tras el conflicto del Cenepa (1995) – se abolió el Servicio Militar Obligatorio (SMO) con lo cual el temor de los padres a que sus hijos sean llevados por las instituciones armadas de la noche a la mañana, se esfumó.

Actualmente, más allá de las rencillas con Chile, país con el que aún nos falta definir una frontera marítima en La Haya, no hay una amenaza externa a nuestra soberanía. No obstante, el narcotráfico ha ido ganando terreno. Prueba de ello son las emboscadas a los miembros de las Fuerzas Armadas (FFAA) en el Valle de los Ríos, Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM). La capacidad económica del narcotráfico ha fortalecido a los remanentes de terroristas en zonas cocaleras. Con armas y equipos más sofisticados que los militares, se han convertido en una amenaza. Cada vez es más fuerte la sensación de que si no se detiene ahora el avance de los “narcoterroristas” nos convertiremos en un narco estado mañana.

A ese panorama se debe agregar que la situación de las FFAA está lejos de ser la óptima. Tanto en armamento como en capital humano, pues la carrera militar no es atractiva para los jóvenes peruanos.

Es por ello que se ha decidido hacer efectivo “el sorteo” para el servicio militar voluntario. La decisión no ha caído bien en la sociedad peruana. ¿El motivo? No solo será la suerte la que defina que un joven recién salido del colegio sea mandado a un centro castrense. Si no quieres servir a la patria, puedes ahorrarte el sudor pagando 1.800 soles para evitarlo. En otras palabras, si eres pobre; no tienes de otra.

De esta forma, el gobierno pretende llenar los cuarteles. La pregunta es si no pueden ser más creativos para hacerlo. En vez de obligar a los jóvenes a pasar dos años de su vida contra su voluntad en las FFAA no podría desarrollar incentivos, económicos y profesionales para quienes quieran optar por esa opción. Como mínimo un sueldo digno.

Además, si bien el presidente del Consejo de Ministros, Juan Jiménez, sostuvo que los jóvenes reclutados no serán enviados a las emboscadas del VRAEM, el viceministro de Defensa, almirante en retiro Mario César Sánchez de Bernardi afirmó que los reclutas que prestan servicio militar, pueden estar listos para ir al VRAEM a los seis meses de instrucción y entrenamiento.

Países como Suiza o Corea del Sur sí tienen un Servicio Militar Obligatorio, pero ojo, para todos, sin excepciones, a no ser que sean físicas. Ricos y famosos sirven tan igual como los pobres. Como diría Donayre, no solo los Quispes son mandados al cuartel.

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