Este no ha sido un buen año para las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). No sólo han perdido a sus principales líderes en incursiones armadas del ejército colombiano, sino que ayer, su principal rehén para las negociaciones, Ingrid Betancourt, fue rescatada en un acto sin precedentes por carecer de violencia.
El hecho ha llenado de esperanza a un país que desde hace décadas convive con la violencia de las FARC y los paramilitares. También de una u otra forma reafirma la posición del presidente colombiano, Álvaro Uribe, quien la semana que pasó se vio envuelto en cuestionamientos debido a la posible ilegalidad de su reelección en el 2006.
AP Photo/Fernando Vergara(Betancourt con su madre y esposo)
No obstante, Betancourt – ex candidata presidencial y rival de Uribe – sostuvo en rueda de prensa tras su liberación que agradece no sólo que Uribe haya ganado las elecciones colombianas en el 2002, sino que sostiene que su reelección en gran parte es el motivo del debilitamiento actual de las FARC.
"la reelección del Presidente Uribe fue buena para el país y que fue clave para reducir a las FARC a su estado actual”, señaló Betancourt a los medios de comunicación del mundo.
¿Por qué? Según explicó la colombo-francesa, las FARC aprovechaban los cambios de gobierno para fortalecerse y por lo general después de un gobierno de mano dura entraba uno de mano blanda. La continuidad de Uribe y sus políticas, además del conocimiento adquirido sobre la lucha contra las FARC serían entonces, su principal arma frente al grupo terrorista.
Pide respeto a la democracia colombiana
En un primer momento, Betancourt también agradeció la participación de los gobiernos de Francia, Venezuela y Ecuador que buscaron lograr la liberación pacífica de los demás rehenes que siguen en cautiverio en la selva colombiana. Sin embargo, también fue enfática al pedir respeto a la democracia de su país.
“el pueblo de Colombia le dio su voto a Uribe y no a las FARC", remarcó en referencia a las intervenciones de Hugo Chávez en el conflicto entre el gobierno colombiano y las FARC.
Cabe recordar que desde inicios del año, los enfrentamientos entre Caracas - Quito y Bogotá han tenido como cimiento a las FARC.
Chávez logró un éxito con rebote internacional tras la liberación de Clara Rojas y Consuelo Gonzáles de Perdomo. Por ello conminó a Uribe a dialogar con las FARC y reconocerlas como una organización legítima. Por su parte, Rafael Correa ha roto relaciones con Colombia desde la caída de Raúl Reyes – número dos de las FARC – en territorio ecuatoriano. Mientras tanto, del otro lado del Atlántico, Uribe recibía la presión de Nicolás Sarkozy y los familiares de Betancourt.
A pesar de ello, Uribe no cambió su discurso ni su política entorno a las FARC. Es necesario recordar que otros presidentes intentaron la vía pacífica pero sólo se consiguió el fortalecimiento del grupo terrorista. El rescate de Betancourt y de 14 rehenes más en la víspera le permite a Uribe fortalecer su propia posición en Colombia y frente a sus vecinos.
Hoy la ex rehén también solicitó a los presidentes de Venezuela y Ecuador “que ayuden a construir vínculos de confianza” a fin de conseguir liberaciones unilaterales de los demás secuestrados. La liberación de Betancourt podría ser el fin del interés mediático internacional en Colombia. No obstante, es de esperar que el haber sido víctima de un secuestro de más de seis años, haga que Betancourt luche para conseguir la libertad del resto de rehenes, que son más de 700, sí señores, 700.
Comentarios
Lo que se me hace fácil de tragar es que incluso se utilice a Betancourt como pieza central de este nuevo rompecabeza. Por cierto, mucho ayudará a bajarse también a esa insufrible Corte Suprema colombiana, acusándolos de antipacifista o proguerrilla.
Mientras tanto, la liberación de la reina dará más rédito mediático que la de 3, 4 o 700 peones. Y todos se habrán comido la pieza, incluso Chávez. Bien jugada la mesa.