De más está decir que han pasado ya seis años desde el derrumbe de las Torres Gemelas, y con ello del mito sobre la seguridad norteamericana. Desde un inicio la respuesta del gobierno de George Bush ha sido militar, sin embargo, los resultados parecen no llegar.
La escalofriante cifra de más de 4,100 soldados norteamericanos muertos en Irak, desde el inicio de la llamada "Guerra contra el terrorismo" es sólo una adición a las más de 2,700 víctimas del peor atentado que sufriera Estados Unidos en su propio territorio.
Como las Torres Gemelas el 11 – S, se desplomó la popularidad del presidente norteamericano, quien continúa una guerra contra la volunta de su propio pueblo, haciendo que el fantasma de Vietnam esté presente.
Además, la población no necesariamente se siente más segura con la intervención en medio oriente. Y es que el principal responsable del 11 – S, el terrorista más buscado en el mundo, el líder de Al Qaeda, sigue vivito y coleando, lanzando a través de Internet más amenazas contra los "enemigos" del Islam.
A ello sólo hay que agregar que el medio oriente no resulta un lugar fácil para la primera potencia mundial. Irán aparece como un nuevo posible enemigo, mientras que continúan los conflictos en Palestina, Irak y Afganistán.
Si por fuera el escenario no es alentador, dentro del mismo país se vive la problemática de la inmigración. Tras el 11 – S, la sociedad norteamericana, generalmente abierta y ejemplo de las libertades, se divide entre aquellos que prefieren deportar a los latinoamericanos que buscan cumplir el famoso sueño americano y los que no tienen problemas con ellos.
Ello queda evidenciado en la construcción de un muro, que salvando las distancias, recuerda a aquella pared que dividió el mundo en la llamada guerra fría.
La escalofriante cifra de más de 4,100 soldados norteamericanos muertos en Irak, desde el inicio de la llamada "Guerra contra el terrorismo" es sólo una adición a las más de 2,700 víctimas del peor atentado que sufriera Estados Unidos en su propio territorio.
Como las Torres Gemelas el 11 – S, se desplomó la popularidad del presidente norteamericano, quien continúa una guerra contra la volunta de su propio pueblo, haciendo que el fantasma de Vietnam esté presente.
Además, la población no necesariamente se siente más segura con la intervención en medio oriente. Y es que el principal responsable del 11 – S, el terrorista más buscado en el mundo, el líder de Al Qaeda, sigue vivito y coleando, lanzando a través de Internet más amenazas contra los "enemigos" del Islam.
A ello sólo hay que agregar que el medio oriente no resulta un lugar fácil para la primera potencia mundial. Irán aparece como un nuevo posible enemigo, mientras que continúan los conflictos en Palestina, Irak y Afganistán.
Si por fuera el escenario no es alentador, dentro del mismo país se vive la problemática de la inmigración. Tras el 11 – S, la sociedad norteamericana, generalmente abierta y ejemplo de las libertades, se divide entre aquellos que prefieren deportar a los latinoamericanos que buscan cumplir el famoso sueño americano y los que no tienen problemas con ellos.
Ello queda evidenciado en la construcción de un muro, que salvando las distancias, recuerda a aquella pared que dividió el mundo en la llamada guerra fría.
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